El estudio también señala que, a pesar de cierta mejoría, los precios de los alimentos continúan en niveles «anormalmente altos», por encima del 21% según los últimos datos de 2021, cuando entre 2015 y 2019 la media fue del 15,2%.
«El este de Asia y el norte de África son las regiones más impactadas por los precios anormalmente altos», indica a Efe Jose Rosero Moncayo, director de la división de estadísticas de la FAO.
Las últimas estimaciones de la FAO calculan que el hambre afecta a entre 691 millones y 783 millones de personas en 2022, un problema al que no es ajeno ningún país, subraya Rosero Moncayo.
«La desigualdad y la falta de garantías para acceder a alimentos se encuentran tanto en países ricos como pobres», indica el especialista, aunque en los países desarrollados esa inseguridad es del 7,6% y en zonas como el África subsahariana supera el 67, %.
La FAO ha publicado el informe en la víspera de la cumbre que organizará la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los próximos 18 y 19 de septiembre en Nueva York (EE.UU.) con el objetivo de analizar el estado de consecución de los ODS, cuya fecha límite expira en 2030.