En la cultura hindú la ilusión está representada por la diosa Kali quien se desplaza sobre el lomo de un león esparciendo el poder de la ilusión sobre la humanidad. La ilusión es la magia de que las cosas son fáciles y no frágiles. Es creer que todas las cosas están siempre a nuestro favor y que las cosas que deseo y anhelo debo pedírselo al universo y sentarme a esperar. La ilusión no es la realidad y la realidad es el transcurrir del día a día implacable y sin detenerse.
Hoy los ecuatorianos estamos convocados a nuevas elecciones anticipadas por la aplicación de la constitucional “muerte cruzada”. Ya estamos viendo la aparición de candidatos y candidatas para ocupar los cargos de presidente y vicepresidente y de los asambleístas integrantes de la Asamblea Nacional.
Hay candidatos de todos los colores y tendencias. Enseguida la ilusión de ofrecer y proponernos más o menos que todo es fácil y rapidito. Creo que llegaremos a diez los binomios presidenciales y un sin fin de candidatos a asambleístas; unos serán los mismos que ocasionaron la crisis y otros noveleros buscando salir de sus crisis personales. ¿Cómo tener esa certeza de elegir bien, de elegir a quien nos traiga en este periodo corto de gobernar de año y medio que resta por concluir el periodo? Es un desafío la aventura electoral que se avecina. La ilusión no es la vida y la ilusión no soluciona los graves problemas que afectan a nuestra sociedad.
