En el mundo actual, las empresas se enfrentan al desafío de navegar en el entorno tecnológico, junto a la Inteligencia Artificial (IA), para lograr una ventaja competitiva sostenible. La transformación digital está remodelando la forma en que trabajamos y vivimos, con profundas implicaciones en todos los sectores empresariales.
Según una investigación de McKinsey, si bien el 90% de las empresas han iniciado algún tipo de transformación digital, solo han logrado aproximadamente un tercio de los beneficios de ingresos esperados. Sin embargo, existen enormes oportunidades para aquellas empresas que logran dominar esta transformación. Ejemplos en el sector bancario muestran que los bancos con una fuerte digitalización superan a sus competidores, obteniendo un rendimiento financiero superior.
Uno de los aspectos clave de esta transformación es la inteligencia artificial generativa, que ha experimentado avances significativos en los últimos años. La IA generativa ha penetrado en nuestras vidas, impulsando desde nuestros teléfonos inteligentes hasta las funciones de conducción autónoma y las herramientas utilizadas por los retailers. Su capacidad para escribir texto, componer música y crear arte digital ha generado titulares en los medios y ha captado la atención de una amplia variedad de partes interesadas; también ha acercado al público general a su uso. Hoy el mundo tiene el enorme reto de desbloquear el impacto de esta tecnología.
El impacto potencial
Más allá del entretenimiento y la sorpresa, la IA generativa tiene el potencial de agregar billones de dólares en valor a la economía global. Según una reciente investigación de McKinsey & Company, se estima que la IA generativa podría agregar entre $2.6 billones y $4.4 billones de dólares anuales en los 63 casos de uso analizados. Esto aumentaría el impacto total de la inteligencia artificial entre un 15% y un 40%. Además, alrededor del 75% del valor generado se concentra en áreas como operaciones de clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e I+D. La IA generativa impactará significativamente todos los sectores de la industria, incluyendo la banca, la alta tecnología y las ciencias de la vida.