La delegación con representantes de 50 organizaciones, coordinada por la oenegé internacional Amazon Watch, quiere llamar la atención sobre las violaciones de derechos sufridas por pueblos indígenas y otras comunidades en nueve países de la región por al menos 34 firmas canadienses, principalmente empresas mineras y petroleras.
Aunque Canadá no es el único país cuyas firmas participan en este tipo de expolios, la delegación quiere aprovechar que este país será pronto sometido al examen periódico universal sobre su cumplimiento de libertades fundamentales, el próximo mes de noviembre ante el Conejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
«Buscamos que Canadá asuma responsabilidad como cómplice de empresas extractivistas que violan los derechos de los pueblos indígenas, por ejemplo en la Amazonía«, señaló una de las componentes de la delegación, Kari Guajajara, asesora legal de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas del Amazonas Brasileño.
Las organizaciones denuncian por ejemplo que muchas empresas actúan sin el consentimiento expreso ni la consulta a los pueblos indígenas de los territorios, o dañan el frágil ecosistema local al contaminarlo.
Además, «actúan con empresas de seguridad privada y armada para amenazar a los pueblos«, y «causan divisiones internas dentro de las comunidades», señala Guajajara.