El amor por los osos grizzli motivó a Timothy Treadwell a pasar largas temporadas viviendo y compartiendo con ellos. De lejos, claro, puesto que se trata de animales salvajes que pueden reaccionar de forma agresiva si se sienten amenazados.
Treadwell, de 46 años, lo comprobó en un viaje junto con su novia Amie Huguenard al Parque Nacional Katmai, en Alaska. La costumbre hizo que el apasionado por los animales dejara a un lado las medidas de seguridad más elementales y el 5 de octubre de 2003 realizara la última excursión que le costó la vida.
“¡Hazte el muerto! ¡Hazte el muerto!”, se escucha en el último audio de la pareja que salió a la luz 10 años después de su fallecimiento. En él se oye también la suave lluvia que caía sobre la carpa y, luego, los aterradores gruñidos de un oso que arrastra al hombre desde la puerta de la tienda hacia la vegetación.
