A continuación, se detallan cinco errores del discurso a favor de cerrar la puerta a esas dos actividades:
1 El petróleo y la minería no han sacado al país de la pobreza y no tiene sentido la explotación. El exviceministro de Minas, Fernando Benalcázar, explicó que el petróleo sí provocó un cambio profundo en la economía y las condiciones de vida de los ecuatorianos.
Ecuador, e incluso Quito, era mucho más pobre y con menos infraestructura en los 1950 y 1970. “Quito era un pueblo. La pobreza y la falta de comunicaciones eran mayores en las provincias. Decir que el crudo no ha aportado nada es un error de generaciones que solo vieron el Ecuador petrolero y no saben cómo era antes”, dijo
Benalcázar reconoce que ha habido corrupción, y que una parte de la riqueza se ha mal utilizado, pero en lugar de prohibir la explotación, se debería buscar que eso cambie.
“No puedes culpar a la industria petrolera, o minera de que los recursos no lleguen a la gente. Los esfuerzos deben estar encaminados en la transparencia, y que el dinero que por ley se destina a la Amazonía se invierta y gaste bien”, puntualizó Benalcázar.