Durante el discurso inaugural del lunes en el acto nacional para dar el banderazo de salida -encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro, Manuel Marrero-, la titular de Educación, Naima Ariatne Trujillo, achacó las dificultades a la «compleja realidad internacional» y al «recrudecimiento» de las sanciones estadounidenses contra Cuba.
Pero, pese a todo, aseguró que hay «muchas razones» para que el país «hoy esté de fiesta».
El propio Ministerio de Educación, aún durante los preparativos para que 1,7 millones de alumnos de entre 5 y 17 años vuelvan a las aulas, ya había reconocido que las clases no arrancarían en las mejores condiciones.
La semana pasada, Trujillo apuntó en la televisión estatal que estarían garantizadas las «libretas, cuadernos y lápices» aunque el semestre sería «ajustado» y que se buscarán «alternativas para solventar la insuficiencia de libros de texto». También reconoció problemas con la cobertura docente.